Lenguaje visual
Debemos conseguir, en el primer contacto, que el cliente se sienta bien con nuestra presencia, teniendo vital importancia el lenguaje no verbal que acompaña lo que decimos.
Ponerse en sintonía con la otra persona, significa que nos reconozca como un igual, y ello ocurre cuando la misma siente familiaridad con nuestro lenguaje verbal y no verbal.
Es conveniente armonizar en la velocidad (hablar rápido o lentamente), gesticulación y posturas corporales espejadas.
La posturas corporales es una fuente de trasmisión y su interpretación es inconsciente, por ello es lo primero que debemos observar. No tiene importancia que se encuentren de pie o sentados, al adoptar posturas simétricas y especulares conseguimos ponernos en un plano que percibirá en su subconsciente.
El paso siguiente, tiene relación con los movimientos y los gestos, los cuales revisten gran importancia porque son sus medios de expresión, que en algunos casos hasta reemplazan a las palabras. Si por ejemplo ante una argumentación alzan las cejas o se encogen de hombros, puede significar su interés en lo que le estamos informando o su desinterés.
La voz demuestra la calidad expresiva, con el tono y volumen que utiliza y los ritmos de la conversación. Es relativamente sencillo, ejercitarnos sistemáticamente, para sintonizar con los de la persona entrevistada. Los registros de voz mediano y grave son los más aconsejados, por inducir a una sensación de confianza en el mismo.
La distancia de las personas, tiene relación con el concepto de territorio, ya que todos tenemos la sensación de invasión, si alguna persona se nos acerca demasiado. No existe una medida estándar, pero seguramente de 50 a 70 cm, es un distancia lógica, dependiendo de las características físicas de los interlocutores. Cuando nos acercamos a una persona por primera vez, debemos dejar que fije la distancia de referencia, y observar si durante la entrevista, el interlocutor trata de acercarse o alejarse.
Posturas corporales
Es importante adoptar una postura cómoda para hablar, lo que nos permitirá estar relajados y proyectar una buena imagen visual. La postura abierta y equilibrada, pues permite que se controle la tensión corporal, produciendo una sensación de bienestar.
En esta postura los pies están separados, alineados bajo las axilas, y el peso está bien distribuido, de modo que el peso descanse sobre los talones. Este tipo de postura proyecta autoridad sin aparecer agresivo. No significa esto que usted debe permanecer siempre así, hay momentos en que se debe modificar la misma.
Las posturas que apoyan el cuerpo sobre una de las piernas y la otra flexionada, no son las más aconsejadas, porque aumentan la tensión producto de que una de las piernas está continuamente rígida, al sostener todo el peso del cuerpo. Esta postura a veces se complementa con una de las manos en los bolsillos, lo cual lo vuelve menos conveniente por proyectar una sensación de no estar involucrado totalmente en el tema hablado, por su pose casual.
Las posturas encogidas dan sensación de inseguridad, disminuyendo la autoridad del orador.
Los gestos
Es importante liberar energía a través del movimiento, permitiendo que su cuerpo participe del mensaje.
Para que sus movimientos resulten naturales, cuando habla, tenga en cuenta que al estar vinculados entre s�; las manos, los brazos, los hombros y el torso; Cualquier restricci�n de cualquiera de ellos, limitará a los restantes.
Recuerde que la comunicación se expresa por medio de la imagen corporal, evalúe qué mensaje está trasmitiendo usted.
Vestimenta
Los signos de prosperidad pueden generar confianza o desconfianza, es necesario establecer un término medio y en qué contexto serán útiles o no.
Es importante recordar que la elegancia, radica en ser discreto y no desentonar con respecto del ámbito donde nos relacionamos.
Hacer ostentación de forma agresiva, puede generar desconfianza, por lo que la discreción sigue siendo más útil, pues los clientes nos terminan juzgando por la impresión inicial y si la misma es negativa tendremos que hacer un esfuerzo adicional para modificar dicha imagen, y esto último, siempre y cuando podamos reconocer tal situación.
La vestimenta en general responde a una política de la empresa, definiéndose en función de la imagen que pretende reflejar de su organización, y su concordancia con la vestimenta de las personas con las cuales se entrevistaran.
“Se recibe a los hombres según el vestido que llevan, pero se le sale a despedir según el talento que han demostrado.”Saadi.
La misma vestimenta se mantiene para todo el año sin distinción de la estación estival, lo que genera que en épocas de altas temperaturas, que el personal de ventas mantenga el traje, lo que reflejara individuos agobiados por dicha vestimenta y en franca discordancia con las personas con las cuales se entrevista.
Es importante que la organización defina que características deber� tener su personal respecto de la vestimenta que mejor se adecua a su gesti�n.
Hay empresas que en los meses de verano, permite el uso de ropa informal, dentro de determinados límites, para permitirle a su personal mayor comodidad.
Reglas básicas
Los hombres en general utilizan los tonos azul oscuro, el gris o beige; pero en muchos casos no se presta la misma atención a la calidad de la ropa utilizada. Dicho de otra forma, una persona puede trasmitir una imagen de autoridad vestido informalmente, si su ropa es de buena calidad y por el contrario, quien utilice un traje de los tonos mencionados no proyectara autoridad alguna si su ropa es de mala calidad o le quedan las mangas demasiado cortas o largas.